jueves, 20 de marzo de 2014

Barragán, la luz, el color y su CASA-ESTUDIO #proyectos

Cuando hablamos de un proyecto de Luis Barragán, automáticamente pensamos en luz y color. Y es que, ahora, con la entrada de la primavera, es lo que nos apetece. Viviendas que buscan la entrada del sol, con paramentos coloridos y "extraños" ventanales en lugares poco comunes. 

Estamos seguros de que después de adentraros en este interesante proyecto, os va a apetecer abrir todas las ventanas de vuestras casas y ¡dar la bienvenida a la luz!

Terraza

Construida en 1948, es una de las obras contemporáneas de mayor importancia en la arquitectura, pues tuvo una gran trascendencia en su época, y hoy en día todavía se sigue usando como punto de referencia para la arquitectura actual. 

#sabíasque [la UNESCO incluyó esta obra en su lista de Patrimonio Mundial en el año 2004, colocándola como el único inmueble de América Latina que ha logrado este reconocimiento, afirmando que es una obra maestra dentro del desarrollo del movimiento moderno, integrando elementos tradicionales y vernáculos, así como las corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos.]

Así podemos hacernos a la idea de la tremenda influencia del arquitecto mexicano en la arquitectura de todo el mundo. Esta vivienda se conserva con tremendo cuidado cada día, tal y como la habitó su autor hasta que murió en 1988, y es uno de los lugares más visitados de la ciudad de México. Se ha convertido en un museo que incorpora la residencia y el taller de Barragán, siendo hoy en día propiedad del Gobierno del Estado de Jalisco y de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán

Pero vamos a lo que nos interesa, la casa propiamente dicha. Empezamos con sus fachadas. 
La vivienda está localizada en un barrio modesto, rodeada de viviendas de pequeña escala y tipología tradicional, adosadas a talleres, tiendas, fondas, etc.


Fachada principal

La fachada principal de la casa se alinea a la calle obedeciendo al gesto de las demás construcciones, presentándose como una frontera de muros masivos y aperturas dosificadas. Tiene una imagen austera, como inacabada, por lo que podría pasar desapercibida de no ser porque contrasta con el resto de viviendas por su escala. Esto nos hace darnos cuenta la humildad del artista, que se muestra altamente íntimo en sus materiales y buscando una especie de anonimato. 

Ventanal reticular de la biblioteca

Sobre la fachada aparece la ventana reticular y traslúcida de la biblioteca, dejando casi la totalidad de las fachadas exteriores con el color natural del concreto, resaltando en color las puertas de acceso y las herrerías de las ventanas. 
La puerta al norte, con el número 12, fue el taller de arquitectura del autor mexicano, pudiéndose distinguir por el perfil de la fachada que tiene menor altura. Por el número 14 se accedía a la casa del arquitecto. 

Cuando accedemos a la vivienda, tenemos una fuerte sensación de límite, quedándonos en un acceso de dimensiones reducidas con una luz teñida por un vidrio amarillo en una búsqueda del espacio tradicional. La portería funciona como espacio de espera, pero también nos prepara los sentidos, en una exposición directa de materiales: madera, piedra y muros encalados. 


Portería

Más adelante, en el vestíbulo aparece la piedra volcánica en el suelo, que también aparecía en la portería. Desde el plano amarillo del exterior, la luz incide sobre una superficie dorada y baña un rosa intenso que resalta los muros. Aquí ya hemos recorrido una experiencia cromática completa, desde el amarillo amielado de la portería que nos satura las pupilas, pasando por la preparación del rosa, y abriendo una puerta más contemplamos el comedor y el fondo verde intenso del jardín tras su ventana. 


Vestíbulo

Vestíbulo

La piedra volcánica del suelo, sube para formar parte de la huella de la escalera, hasta un segundo espacio donde se encuentra el vestidor, con muros que no llegan al techo, dando continuidad a toda la altura. 


Escalera del vestíbulo

La transición hacia la estancia/biblioteca se realiza con una acentuación de la escala, la sombra y el movimiento, nunca directo, sino dilatando el espacio, el aire y la luz. Superando este nuevo cambio de espacio, la mirada se posa en la puesta en escena del jardín.


Gran ventanal de la estancia principal

Nombrar este hueco como una ventana sería quitarle importancia al asunto, pues lo que aquí sucede es algo más que la búsqueda de luz, es el espacio en sí que se ha construido para el encuentro con el jardín, que va más allá de la profundidad mínima que puede poseer una hoja de vidrio y su herrería. La gran "ventana" de la estancia, es un encuentro con el exterior, más que una frontera, es un plano de transición a otro espacio, vegetal. 


Escalera de acceso a la biblioteca


La estancia se encuentra dividida por varios planos de muros a media altura, entre los cuales se ha conformado un espacio de trabajo para la biblioteca donde se coloca una mesa de madera gruesa que a su vez, forma una sola pieza de mobiliario con la librería. 


Mesa-librería

Estancia

Biblioteca

Biblioteca

Al espacio del taller se accede a través de una nueva "esclusa" que comunica el lugar de trabajo con la casa. Esta esclusa (la llamamos así porque hace el mismo trabajo que una esclusa de agua, solo que con la luz y la escala) forma un volumen independiente al que se adosa una chimenea. 


Esclusa-chimenea

Taller

Destaca en el taller el techo inclinado de madera amarillo, un gran volumen de aire iluminado por una ventana que mira al oriente, colocada a una altura que impide la visión de las azoteas, y que mira directamente a las copas de los árboles, dirigiendo la mirada hacia el cielo. 

Taller

Más allá de los espacios interiores, aparecen el patio de las ollas y el jardín. Este último se muestra como una especie bosque semisalvaje, que nos recuerda a los huertos ancestrales, donde la vegetación toma vida propia. 


Patio de las ollas


Jardín

Las ventanas en planta baja son entendidas como maneras distintas de contemplar el jardín. En el salón la ventana aparece como un recuadro que enmarca el jardín, cambiando la visión dependiendo del sitio que elija cualquiera que se sentara a la mesa.


Comedor

En el desayunador pasa casi lo mismo, pero la ventana se eleva un poco más, dejando al jardín como una fuga superior, enmarcando el espacio como un lugar más íntimo. 


Desayunador


Cocina

Subimos a la segunda planta para situarnos en la recámara de los huéspedes, la habitación de invitados propiamente dicha. Este espacio nos recuerda que han sido concebidas por un devoto franciscano, como lo era Luis Barragán, que aprendió a rodearse de pocas cosas. 

Habitación de invitados

Todas las habitaciones están iluminadas por un conjunto de acentos luminosos, que se proyectan sobre el suelo y los muebles, haciendo el papel de lámparas de trabajo que pasan de la mesa de dibujo a la cabecera de la cama, o a la mesita de noche como rincón de lectura. 

La habitación principal aparece pintada de blanco, con motivos ecuestres, resultado de la creencia franciscana del arquitecto, cercano a los muros, rural, expresado casi como un espacio tipo zen. 


Habitación principal


Habitación de estar

La terraza, construida con muros elevados sobre el nivel de la azotea, con los tiros de la chimenea y la calefacción, la torre blanca que aloja el depósito del agua y las escaleras que llevan a la zona de servicios. En este lugar es donde sucede el desenlace de la construcción espacial de Barragán. 

Terraza

Estamos seguros de que visitarla provoca una impresión sobrecogedora. Es difícil resumir las sensaciones que se suceden durante el recorrido y la belleza que transmiten sus espacios. El proyecto en sí es una lección de contundencia, sencillez y claridad arquitectónicas. En resumen, un claro ejemplo de humildad, de como se puede crear ARQUITECTURA con pocos recursos, sin aspavientos, mediante el silencio, la luz y el color. Todo ello característico de la obra de un clásico, Luis Barragán. 




Planos

Planta baja
Planta primera
Planta segunda
Secciones
Fachadas


#datos
Arquitecto: Luis Barragán
Ubicación: Calle General Francisco Ramírez, Ciudad de México, México
Año proyecto: 1948
Referencias: Casa Luis Barragán
Fotografías: Flickr, Cortesía de Casa Luis Barragán

¡Que tengáis un feliz Jueves!




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